CIENCIA Y FE: CONEXIÓN
BIENVENIDOS


Esta sección, está dedicada a los pilares de la vida y el ser humano. La fe y la ciencia. A través de artículos, reconocidos por gente ilustre, descubrimientos ya consagrados y por mis propios y humildes indagaciones y descubrimientos, quiero invitar al lector, en que dilucide por el/a mismo/a, que ciencia y fe van unidos de la mano. Son complementarias y en varias formas, dependen la una de la otra.

 

Cosidero que la conjunción fe-ciencia, es interesante y casi indispensable para el intelecto humano y por ello, dedico este espacio.

 Mi homenaje para estos dos conocimientos, que aportan tanto a la vida.

 

 

 

 

  

 

 

 

 

CIENCIA Y FE

 

 

 

A lo largo de la historia, ciencia y fe estuvieron enfrentadas entre sí. Por un bien común, pero aportando distintos matices para hacer ver al humano sobre la verdad en el mundo y universo. La fe, lo define a través de la convicción divina a través de la creencia y la ciencia, a través de complejas pruebas, que finalizan en una evidente conclusión irrefutable. La hostilidad, tomó posesión entre estos dos campos, dada a la diferencia de conceptos en su forma más superficial. Como la negación a través de la creencia y por tanto, la imposibilidad de la existencia de Dios. Pero meramente, estas teorías, han sido utilizadas para no dar credibilidad ninguna a las leyes y conceptos de la iglesia. Intentando través de las investigaciones científicas, minimizar las aparentes creencias falsas de la religión.

 

Hace pocos años religión y ciencia, reflexionaron al respecto. Exteriorizando sus mutuos errores, y haciendo ver al mundo que la verdadera ciencia es sana y leal. A través de experimentos que dan fe sobre la existencia de la vida y de la existencia de Dios. Pero logradas, de forma más unánime y humilde.

Uno de los primeros momentos de aceptación entre la ciencia y la religión, fue a través de Edith Stein. Mujer judía y de origen alemán, que siguió los pasos del célebre filósofo Edmund Husserl. Habiéndose ganado, durante el transcurso de los años, su credibilidad profesional, y después de editar libros de diversos temas, formulará más adelante una antropología resaltando las características del hombre en el campo de la libertad, la conciencia y la capacidad reflexiva. Esta incursiva reflexión, sería origen para culminar una obra similar llamada: “La estructura de la persona humana”. Un curso que impartió en Müster, Westfalia.

 

Todas sus indagaciones anteriores, provocan en ella un acercamiento al cristianismo. Iniciando una nueva etapa en su pensamiento filosófico. Tal fue así, que en el año 1933, ingresa al convento de las Carmelitas Descalzas de Colonia, donde toma el hábito de dicha orden con el nombre de Sor Teresa Benedicto de la Cruz. Pero por causa de la negación, por parte de unos obispos contra la deportación de judíos a los nazis, las fuerzas toman represalia y es arrestada por la Gestapo. Murió en el campo de concentración, marcada por ser judía y mártir de la fe cristiana, en el año 1942. Sin embargo, años mas tarde, por las causas de una reflexión entre la ciencia y la religión, la iglesia optó en 1987 por beatificarla y en el año 1998, fue canonizada por el Papa, Juan Pablo II.

 

La extraordinaria historia de esta mujer, es un simple y mero ejemplo de que ciencia y fe, tienen conexión y pueden llegar a ser una. Un científico, puede ser y sentir como cristiano. Muchos de ellos, se han replanteado su actitud totalmente cerrada ante la existencia de Dios.

En julio de 1998, la revista Norteamericana Newsweek publicó un articulo llamado: “La ciencia descubre a Dios”. Aportando con esto, que era posible la disolución entre ciencia y fe.

 

 

Me informé, que “la física es la ciencia experimental por excelencia”. Pero lo que más me sorprendió, fue que al seguir leyendo las palabras que continuaban, recalcaban que “física” viene del griego y significa: “Ciencia de la naturaleza”. Por tanto, el trabajo de un físico, es la de trabajar y descubrir los recónditos secretos de la naturaleza, usando para ello, la razón humana. Los científicos, a lo largo de los años, han llegado a dilucidar que cualquier materia; árboles, planetas, seres humanos, estrellas o agua, está constituida por una misma unidad: el átomo.

 

Un científico mega conocido, que fue valiente en resaltar teorías sobre el sincronismo de ciencia y fe, fue Albert Einstein. El construyó su conocida “Teoría de la Relatividad”. Se basó en una base sencilla: En que la medio, era armoniosa y que le sería de gran utilidad para su propio entendimiento, el saber que en este medio, operaban leyes para poder llevar a cabo su hipótesis. Dicha teoría, se basaba principalmente, en armonizar datos. Einstein tenia la enorme virtud, tal y como les está pasando hoy en día a muchos científicos, de tener la conciencia suficiente para valorar la belleza y armonía del cosmos, en todo su significado.

 

Según una frase reconocida, dice que: “La Ciencia sin Dios solo crea demonios”, y S.S. Juan Pablo II dijo que “la ciencia, revestida con la fe, es transformada de alguna manera redimida”. El entendimiento humano se agudiza y es capaz de ver mucho más allá y gozar de Dios y su grandiosidad”

 

 

A cada tiempo que pasa, ciencia y fe van creando un vestigio, cada vez más unidos. En teorías ya plasmadas en la historia de la vida. Como en las ecuaciones que se mostraron, definiendo que debe de existir vida eterna después de la muerte y Dios. La resurrección de Cristo o la Sábana santa.

 

 

 

 

 

Escrito por Antonio del castillo – 10/06/2010

 

 

 

(Datos y fechas, recopiladas de Internet)

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